En nuestra rutina acelerada, a menudo comemos rápido, distraídos por el teléfono o la televisión. Sin embargo, prestar atención plena a la comida puede ser una práctica muy beneficiosa para nuestra salud mental.
¿Por qué es importante?
- Reduce el estrés: Al enfocarte en la experiencia de comer, desconectas de tus preocupaciones y te relajas.
- Mejora la digestión: Comer despacio y masticar bien facilita la digestión y previene problemas estomacales.
- Aumenta el disfrute: Al saborear cada bocado, obtienes mayor placer de la comida y reduces la ansiedad por comer.
- Fomenta la conexión contigo mismo: La atención plena te permite escuchar las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo.
¿Cómo puedes practicar la atención plena al comer?
- Busca un lugar tranquilo: Si es posible, come en un lugar tranquilo y sin distracciones.
- Apaga los dispositivos electrónicos: Evita usar el teléfono o la televisión durante la comida.
- Observa tu comida: Antes de empezar a comer, observa el color, la textura y el aroma de tu comida.
- Come despacio: Mastica cada bocado lentamente y saborea los sabores.
- Concéntrate en las sensaciones: Presta atención a las sensaciones en tu boca, como la temperatura y la textura de los alimentos.
- Escucha a tu cuerpo: Come hasta sentirte satisfecho, no hasta estar lleno.
Beneficios adicionales:
- Mayor conciencia corporal: La atención plena al comer te ayuda a desarrollar una mayor conciencia de tu cuerpo y sus necesidades.
- Mejora la relación con la comida: Al comer de forma consciente, puedes desarrollar una relación más saludable con la comida y ¡evitar los atracones!